 |
|
Hombre que espera
Dios no quiera impediros
ser hombres de esperanza que mantienen día y noche los brazos
levantados y el corazón suspendido entre el cielo y la tierra
forzando la voluntad de Dios.
Los santos fueron hombres
con ideales, pero ideales serenos y apacibles, que no alteraron
nunca la alegría del corazón, una alegría que no debemos
perder nunca...
Palabras recogidas en el
libro:
Itinerario espiritual de
la misión de Mons.Melchor de Marion Bresillac |
Sólo convencidos del
Amor, la presencia y la compañía de Dios Padre
junto a nosotros, podemos movernos ,acercarnos a nuestro
hermano, reconociendo en él a Jesús, superando,
prejuicios, dificultades y miedos.
"La alegría del
Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se
encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él
son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior,
del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la
alegría" Evangelii gaudium 1.
Esa alegría del Evangelio
nace del encuentro personal con Cristo, de replantearme
ante Él, con sencillez y humildad ¿qué
quieres de mí ante lo que me rodea?. Esta pregunta
nos la hace a cada uno,y, nos pide una respuesta. De este
diálogo con Jesús, surge la necesidad de ser
testigo allá donde la realidad y las circunstancias
nos lleven. Necesidad de ser misionero por "contagio",es
decir, por nuestro testimonio de vida y coherencia con el
Evangelio, signos del Amor de Dios.
Reflexionamos juntos.
Los santos fueron hombres
con ideales serenos y apacibles, que no alteraron la alegría
del corazón aunque la sociedad, el mundo, no les
entendieran. Todos estamos llamados a ser Santos.
Oremos
Hoy, muchos cristianos son
perseguidos y asesinados por querer vivir creyendo las palabras
de Jesús y convencidos de su Amor.
Que ellos, desde su santidad
como mártires, nos ayuden a ser dignos testigos
allí donde estamos llamados y a ser misioneros convencidos.
No tengamos miedo a transmitir la alegría que Dios
ha puesto en nuestro corazón.
SMA |